Dado su interés reproducimos este artículo publicado originalmente en «Reflexiones sobre la sociedad digital«
La brecha digital rural; desafío territorial y social
Fernando Davara Rodríguez
Presidente de la Fundación España Digital
La transformación digital, o disrupción digital como prefiero denominarla dado que supone un cambio irreversible, constituye un nuevo paradigma que estamos obligados a adoptar debido principalmente a la expansión en las últimas décadas de las tecnologías digitales cuya irrupción y fuerte y rápida implantación está afectando no solamente a los modelos de organización y gestión o a las relaciones de la Administración con los ciudadanos y la prestación de servicios públicos, sino también a las relaciones sociales, difusión masiva del conocimiento y prácticas y hábitos de consumo, entre otros, impulsando una dinámica de intenso y acelerado cambio que impacta en todos los ámbitos de la sociedad.
Pero, a diferencia de lo que pudiera parecer, la transformación digital es algo, mucho, más complejo que la adopción y utilización de las tecnologías, al implicar grandes cambios, sobre todo culturales y sociales, ante la necesidad de adaptarnos a un ecosistema digital muy diferente al tradicional analógico que conocíamos antes de su llegada en cuyo hábitat poder impulsar el desarrollo y crecimiento social y económico de nuestra sociedad.
Sin embargo la propagación de las tecnologías digitales y la viabilidad de su utilización no se está produciendo de forma similar en todas partes dando lugar a la aparición de desigualdades entre países y territorios, zonas rurales y urbanas, grupos sociales, entre ellos los de género y edad, e individuos, a las que de forma genérica se conoce como la brecha digital, cuyos efectos se manifiestan en las estructuras sociales, económicas y políticas afectando tanto a la cohesión territorial como a la social.
Con objeto de aportar soluciones a este grave problema de la sociedad moderna, que no puede contemplarse solamente como una necesidad, sino también como un derecho, en este post trataré de identificar sus dimensiones utilizando como muestra un ámbito muy concreto, el rural y su brecha en comparación con el urbano, para sobre esta base plantear algunas propuestas de solución o mitigación.
La brecha digital rural y sus dimensiones
El termino brecha digital describe un concepto que ha ido evolucionando junto con el desarrollo de las mencionadas tecnologías digitales. En un principio, a finales del pasado siglo y al principio de este, hacía referencia a las desigualdades sociales y demográficas en cuanto al acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), particularmente a Internet. Posteriormente, con el advenimiento y rápida adopción de herramientas y aplicaciones para generar, difundir y compartir información y conocimiento, ha ido adquiriendo un carácter multidimensional al añadir a las anteriores nuevas desigualdades entre quienes utilizan las tecnologías digitales de forma eficaz o no lo hacen y también entre los que disponen de habilidades digitales o solamente tienen un conocimiento básico.
El considerable aumento de la oferta y demanda de aplicaciones y servicios digitales, con las múltiples ventajas que conllevan, es causa de una progresiva desmaterialización y digitalización en todos los ámbitos con la consecuencia de la necesidad de disponer no solamente de tecnología y dispositivos sino también de tener un mínimo conocimiento para utilizarlos, razón por lo que actualmente aumentan las desigualdades, con tendencia a crecer, por lo que es imprescindible identificar y aplicar soluciones.
Estas diferencias se manifiestan en todas las áreas caracterizando la naturaleza multisectorial de las brechas digitales manifestada por la existencia de varios tipos de ellas que describen el efecto de tales desigualdades digitales en sectores como la edad, el género, la geografía, la raza y etnia, etc.
Dada la amplitud de esta tipología, para no alargar mucho el texto he elegido como patrón de análisis o estudio uno de estos tipos, el de la brecha digital que identifica los contrastes entre el entorno urbano y el rural (habitualmente denominada brecha digital rural) donde se manifiestan unas circunstancias especiales, como la creciente despoblación y el envejecimiento de su población, que añaden obstáculos adicionales.
De forma similar al resto de tipos, con algunas diferencia debidas a sus especiales circunstancias, la brecha digital rural presenta un carácter multidimensional caracterizado por las siguientes carencias u obstáculos:
Propuestas
Dada la diversidad de tipos de brecha digital es difícil ofrecer recetas comunes para su eliminación o mitigación pues si bien tienen todas un nexo común también presentan algunas características diferenciadoras. Sin embargo, como la mayor parte de las carencias son comunes, a continuación, a modo de contribución personal a las diferentes iniciativas actuales orientadas a encontrar e implementar medidas para eliminar o reducir estas desigualdades, presento algunas propuestas para el caso particular de la brecha rural-urbana, que estimo adecuadas para el resto de los tipos.
Un primer aspecto a considerar es que estas desigualdades provienen de una base tecnológica pero tienen un gran componente social por lo que las soluciones no deben basarse solamente, como parece ser la práctica habitual, en la dotación de infraestructura digitales, principalmente de información y comunicaciones, pues si bien esta es una condición necesaria no es en absoluto suficiente.
Por consiguiente, al tratarse de un problema multifacético es preciso abordarlo mediante un enfoque holístico que abarque todas sus dimensiones poniendo mayor énfasis en las sociales (de uso, habilidades y capacidades) que en la primera de ellas, la tecnológica, para alcanzar soluciones integrales enfocadas a evitar que las personas de cada uno de los sectores afectados a pesar de disponer de tecnología e infraestructuras permanezcan o estén en peligro de exclusión digital.
Basándome en estas consideraciones y sin ánimo de exponer un conjunto exhaustivo de soluciones a continuación formulo un compendio de propuestas para tratar de cerrar o disminuir la brecha digital.
Reflexiones finales
La brecha digital, en toda su tipología, incluida la rural – urbana, constituye un problema territorial y social de la mayor importancia para cuya solución ya se están adoptando medidas como las contempladas en la Brújula Digital en la Unión Europea (2030 Digital Compass: the European Way for the Digital Decade) y su contribución en España articulada por la Agenda España Digital, o las diferentes iniciativas para la puesta en marcha de políticas públicas y privadas para el desarrollo de infraestructuras de cobertura de redes y servicios digitales.
Pero estas medidas, aun siendo importantes, por sí solas no son suficientes; para cerrar la brecha digital se requieren estrategias integrales que incluyan las inversiones en infraestructuras pero acompañadas de políticas e iniciativas que garanticen el acceso equitativo a las tecnologías digitales y programas de formación y capacitación en habilidades digitales, centradas en las personas y usuarios finales, para eliminar las barreras que impiden obtener todos los beneficios que proporcionan el acceso y utilización adecuada a estas tecnologías digitales.
Y finalmente, para reducir la brecha digital en todos los ámbitos y sectores, es primordial promover una concienciación y cultura de inclusión digital, no solamente de utilización, para garantizar que nadie quede aislado o excluido de la moderna sociedad digital en que vivimos, y reconocer la igualdad digital como un derecho fundamental. 1,2